Así las cosas, se revaloriza el papel de los partidos políticos, como instituciones fundamentales del sistema democrático. Dicho protagonismo se personaliza en la figura del fiscal, ensamble fundamental para organizar un sistema electoral caótico. El fiscal es indispensable para que dicho sistema funcione correctamente y se convierta en caja de resonancia de la voluntad ciudadana.
Por eso, y por muchas otras razones, los miembros del Frente Cambiemos, el Frente UNA y el Frente Progresistas hemos propuesto una serie de medidas concretas para transparentar nuestro sistema electoral:
Total transparencia en la publicación de la nómina de autoridades electorales, actores vitales para evitar el robo organizado de boletas Identificación plena de cada responsable del proceso electoral (autoridades, encargados del Correo Argentino, fiscales de cada partido) Establecimiento de una cadena de controles permanentemente supervisada por cada integrante de la misma; Activación de un centro de cómputos provisorios multipartidario, establecido con el apoyo de distintas ONG que permitan un control cruzado del escrutinio Es hora de que los argentinos entendamos que nadie va a hacer las cosas por nosotros, si no las hacemos nosotros mismos. Deberíamos coincidir entonces en una democracia de fiscales en donde los controles sean responsabilidad de todos.